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Un freelancer o trabajador independiente es un profesionista o técnico que cuenta con los conocimientos, certificaciones y experiencia suficiente para prestar sus servicios sin pertenecer a una empresa ni tener un patrón fijo. A diferencia de un emprendedor, el freelancer sí necesita ser experto en su área y no suele contratar a otros para que realicen sus actividades.
Este es un esquema laboral que cada vez se está volviendo más popular en el mundo debido a la flexibilidad que ofrece a los trabajadores para disponer de su tiempo y sus actividades. De acuerdo con datos de E-lance, una de las más importantes plataformas digitales que vincula freelancers y clientes potenciales, de 2013 a 2014 los trabajadores independientes en México aumentaron en un 35%.
Conseguir empleo por tu cuenta parece un sueño hecho realidad si no eres de los que gusta permanecer varias horas en una oficina, pero tampoco es tan sencillo como parece. Si estás decidido a convertirte en freelancer, considera los puntos que enlistamos a continuación para que conserves tu seguridad económica sin dejar de disfrutar las delicias del trabajo independiente.
1. Reconocer tu ámbito de acción profesional y tus habilidades es indispensable
Antes de lanzarte a la aventura del freelancing, debes tener claro a qué te quieres dedicar. No necesariamente debe ser algo relacionado con la licenciatura que estudiaste, pero sí debe ser una actividad en la cual seas muy bueno y te guste mucho. De este modo, podrás identificar a tus clientes potenciales con mayor facilidad y asegurarles un excelente servicio.
2. Determina tu costo por hora antes de cotizar cualquier servicio
Para calcular el valor de cada hora que inviertas en tu trabajo, piensa en cuánto quieres ganar al mes. Multiplica este monto por 13 (12 meses del año y uno de aguinaldo), divídelo entre 12, luego entre 30 (los días promedio de un mes) y, por último entre 8 (las horas que componen una jornada laboral). La cantidad resultante será la base para establecer el costo de cada producto o servicio según el tiempo que te tardes en realizarlo.
3. Las reglas de trabajo deben ser claras desde el principio
Para evitar que tus socios comerciales se aprovechen de la flexibilidad de tu tiempo y de tu compromiso, debes establecer tus condiciones de trabajo desde el principio: costo del servicio, cuántos cambios entran en ese costo, si aceptas solicitudes urgentes o no, qué porcentaje del precio total cobrarás por adelantado, etc. Nunca comiences a trabajar hasta que tus clientes acepten tu cotización y, en su caso, hayan firmado el respectivo contrato.
4. Los clientes no permanecen para siempre en tu cartera
Sin duda, lo ideal para mantenerse como freelance sería tener clientes vitalicios, pero eso es raro que suceda. Eso no se debe necesariamente a que hagas un mal trabajo, sino a situaciones como el término del proyecto, recortes presupuestarios, cambios en los procesos administrativos o, incluso, la rotación laboral de tu contacto en la empresa. Así que siempre debes estar buscando nuevas relaciones laborales en congresos, eventos, talleres, redes sociales y plataformas de vinculación de trabajadores independientes con empresas.
5. Debes estar al día e invertir en tu formación continua
La manera de hacer las cosas en tu profesión cambia constantemente y, si quieres prestar tus servicios como freelancer, necesitas estar actualizado en todo momento respecto a los avances y tendencias en tu gremio. Lee noticias y contenidos especializados de tu profesión e inscríbete a cursos o diplomados para traducir el conocimiento fresco en un trabajo de excelencia.
6. El pago de impuestos queda al 100% en tus manos
Los asalariados no tienen esta responsabilidad, pero como freelancer deberás hacerte cargo de tus declaraciones mensuales y anuales de impuestos porque necesitas expedir facturas para cobrar. Si no estás dado de alta en Hacienda, será lo primero que debas hacer. Después tendrás que decidir si eres tu propio contador o contratas uno. En caso de que no seas bueno con los números, la segunda opción es la óptima.
7. Tú decides qué prestaciones quieres tener
Como trabajador independiente, no habrá quien cubra prestaciones como aguinaldo, vacaciones, la inscripción al seguro social y las aportaciones a tu Afore y al INFONAVIT; sin embargo, eso no quiere decir que no puedas tenerlas. Una parte de tus ingresos debe destinarse a un seguro de gastos médicos, a tu ahorro para el retiro, a un excedente para fin de año y una temporada de asueto y, si así lo deseas, a una inversión en bienes raíces.
8. Paciencia, disciplina y organización: los 3 valores básicos
En un principio, es normal que tus ingresos como freelancer sean mínimos pero éstos irán creciendo conforme vayas mostrando la calidad de tu trabajo. Es muy importante que cubras las solicitudes de tus clientes en tiempo y forma para que te vean como un socio confiable. Por eso, debes definir y respetar tus horarios de trabajo para no quedar mal con nadie ni saturarte de actividades.
Para conseguir clientes debes construir una sólida reputación como freelancer, para lo cual, además de ser cumplido y eficiente, puedes abrir tu propia página web para mostrar los servicios que proporcionas y tu portafolio de clientes o trabajos. Antes de dejar tu empleo de 9 a 6 o depender por completo de tus ingresos por proyecto, construye un fondo de emergencia que te proteja financieramente al menos 6 meses.
La libertad es uno de los privilegios más deseados del ser humano, pero tenerlo también implica mucho trabajo. Volverte freelancer tal vez sea el primer paso para alcanzarlo pero no es una decisión que debas tomar a la ligera. Se constante, disfruta al máximo lo que haces para dar lo mejor de ti y no permitas que tus actividades laborales te absorban al grado de no dejarte descansar ni compartir tiempo con quienes más quieres.