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¿Por qué es mejor estudiar una maestría después de los 30?

El ser humano tiene la capacidad de aprender cosas nuevas a lo largo de su vida si mantiene un estado de salud adecuado. Actualmente, el competitivo entorno exige profesionistas mucho más preparados que antes, es decir, ya no basta con que hayan cursado una licenciatura para obtener mejores oportunidades y alcanzar una óptima calidad de vida.

Con tanto trabajo por hacer, te preguntarás si en verdad este es el momento adecuado para volver a la universidad, tomando en cuenta que tus habilidades académicas están un poco oxidadas y estás ocupado todo el día. Sin embargo, estudiar una maestría después de los 30 puede ser la opción ideal para capitalizar lo que has aprendido hasta ahora en el campo laboral.

En general, los profesionistas deciden tomar un posgrado para obtener una mayor especialización en su campo de estudios, actualizar sus conocimientos o para ser más competitivos y eficientes. Estudiar o no una maestría depende mucho de tus objetivos profesionales y académicos. Sin duda, es una herramienta para transformar tu carrera pero debes tomarla sólo si realmente tienes interés en ésta; de lo contrario, se convertirá en un proceso muy complicado.

Entre las ventajas que tiene estudiar una maestría después de los 30, están que ahora tienes:

  • Mayor enfoque hacia lo que deseas construir en tu vida y menos susceptibilidad a las presiones financieras. Hoy cuentas con objetivos definidos y un ingreso estable que te permitirá invertir en tu educación sin problemas. A diferencia de cuando cursabas tu licenciatura, hoy podrás realizar tus actividades académicas de manera mucho más eficiente y te distraerás menos de tu meta.
  • Más experiencia personal y profesional que cuando iniciaste tu carrera. Ahora cuentas con muchas más referencias teóricas y prácticas, y con la madurez suficiente para tomar un compromiso contigo mismo que te beneficiará a largo plazo. No solo serás más selectivo al elegir tus clases sino también sabrás aprovechar todo lo que aprendas e irlo aplicando sobre la marcha.

¿Por qué es mejor estudiar una maestría después de los 30?

Estudiar una maestría después de los 30 también podría ser la oportunidad perfecta para tomarte un descanso de tu ajetreado ritmo laboral actual y regresar mucho más preparado después de dos años dedicándote exclusivamente a estudiar. La temporada ideal para continuar con tu formación profesional es la que implica poca responsabilidad económica con otras personas y un excedente de efectivo. Si no tienes suficiente dinero ahorrado para pagar tus estudios, puedes consultar el programa de becas de tu universidad y elegir la opción más viable para tus circunstancias.

Para elegir la maestría más adecuada para ti:

  • Considera tus intereses profesionales, tus habilidades e intereses, tus necesidades laborales y la demanda del mercado respecto a ciertos perfiles. La mejor maestría que puedes elegir es la que le aporte un valor agregado a tu carrera a través de la especialización o de la adquisición de conocimientos completamente nuevos. De preferencia, no inviertas en algo que ya conoces, mejor diversifica y amplía tu visión del mundo.
  • Revisa el plan de estudios de diversas universidades prestando especial atención al enfoque, los temas abordados y, si es posible, los docentes que imparten las cátedras en cada una. De estos detalles dependerá que obtengas el tipo de formación que estás buscando. Investiga cómo les va a los egresados de las instituciones que te interesan e identifica en qué lugares se desempeñan actualmente. ¿Va de acuerdo con lo que esperas para ti mismo?
  • Consulta cuánto tiempo tendrás que dedicarle diariamente a tus clases. Muchas veces, la razón para no estudiar una maestría después de los 30, es que ya no se tiene el tiempo suficiente para sentarse en las aulas un par de horas. Sin embargo, hoy también existen los posgrados en línea, lo cual permite que accedas a los contenidos de tus asignaturas en cualquier momento y lugar. Decide cuál es la mejor modalidad para ti con tal de que no interfiera con tus obligaciones.

Volver a estudiar requiere de muchísima disciplina y organización para aprovechar al máximo tus clases sin descuidar tu trabajo, tu salud ni tu vida social. Antes de iniciar este ambicioso proyecto, establece las condiciones necesarias para llevar tu dinámica cotidiana en orden. Esta nueva etapa debe ser lo más placentera posible a pesar del esfuerzo que implica. Si en verdad deseas hacerlo, no te quedes con las ganas. Verás que la recompensa será sumamente satisfactoria.