25
jun
'15
El dinero es el principal instrumento de intercambio de la sociedad desde hace varios siglos. Al ser algo tan necesario y que te cuesta tanto obtener, vale la pena aprender a cuidarlo para que te rinda al máximo a favor de tus necesidades y proyectos. La clave de unas finanzas personales sanas está en el justo balance entre consumo, ahorro e inversión. ¿Sabes qué implica cada una?
Todos los gastos que realizas integran tu consumo personal: alimentación, vestido, vivienda, servicios (agua, electricidad, gas, telecomunicaciones), educación, deporte, recreación, entre otras. Habrá egresos que puedas evitar pero siempre hay algunos que son indispensables. El primer paso para tener un mejor control de tus finanzas es que seas muy consciente de qué, cuándo, cómo y por qué pagas ciertas cosas.
Teniendo claro lo anterior, podrás planear tu consumo a través de un presupuesto. Enlista cada uno de los gastos que haces mensual o quincenalmente con sus montos respectivos, identificando cuáles son fijos y cuáles variables. Súmalos todos y réstale el resultado a tus ingresos del mismo periodo. ¿Sobró cierta cantidad? ¿Tus egresos rebasan tu sueldo? Un presupuesto también es una herramienta para equilibrar tu dinámica financiera.
Ajusta algunos rubros si es necesario para conseguir un excedente en cada ejercicio. Inicialmente, este sobrante puede convertirse en un fondo de emergencias pero, conforme vayas balanceando tus gastos, lo ideal es que el ahorro se vuelva un concepto fijo dentro de tu presupuesto. No pienses que tu dinero sólo se quedará guardado; de hecho, se trata de que obtengas ganancias a partir de éste.
A través de la inversión harás crecer tu dinero con un mínimo esfuerzo. Tomar esta opción depende mucho de tu capacidad de ahorro, tus recursos financieros disponibles y el nivel de riesgo que estés dispuesto a correr. Estos factores cambian según la etapa de vida en la que te encuentres; sin embargo, entre el 10% y 15% de tu sueldo mensual es un buen monto para obtener atractivos rendimientos.
Para invertir, tienes a la mano diversos instrumentos: bancos, sociedades de inversión, compra de bienes inmuebles, iniciar o asociarse en una empresa, compra de divisas o el mercado de valores. Esta última opción es la más volátil de todas pero, en ocasiones, ofrece ganancias realmente altas. Si prefieres una opción segura a largo plazo, un fondo de ahorro garantizado podría ser tu mejor oportunidad.
Sólo tú tienes el mejor control de tus finanzas. Te aseguramos que siguiendo los consejos anteriores alcanzarás la estabilidad que tanto anhelas e, incluso, podrás concretar tus proyectos a futuro. En tus manos está hacerlo sencillo.