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El miedo a la vejez es cada vez más común entre los jóvenes, sin embargo, aunque la senectud es una etapa que cambia la perspectiva de forma repentina, también es una fase en la que toda la experiencia adquirida se convierte en sabiduría, por lo tanto debe vivirse en total plenitud.
Así como muchos le llaman a la vejez “la edad dorada”, otros la relacionan con incapacidades físicas, enfermedades, soledad, pérdida de memoria, abandono y por supuesto, el retiro laboral. Aunque varios de estos cambios pueden llegar a ser inevitables, la vejez puede disfrutarse al máximo si se recibe estando preparado y consciente de lo que dicha edad trae consigo.
Uno de los aspectos más importantes llegada esta edad, es la salud. Por esto, es importante prever enfermedades con un seguro médico, para garantizar la atención médica pase lo que pase. Desafortunadamente muchas personas suelen pensar en esto justo cuando la enfermedad aparece, por lo que la prevención juega un papel clave para una vejez saludable.
Independientemente de las decisiones tomadas en la juventud, la planeación del retiro es uno de los puntos que más preocupación genera llegada cierta edad. En México la jubilación llega aproximadamente a los 65 años, y con el tiempo presenta cada vez más limitaciones, lo que provoca que el porcentaje de pensión sea menor año con año.
Esto significa que las generaciones actualmente productivas, recibirán en la vejez una cifra menor al 30% del salario percibido mientras trabajaban. Por eso es importante que desde la juventud se tenga presente la planeación de vida al ser un adulto mayor.
Otra constante preocupación una vez que el retiro se acerca, es no depender de los hijos u otros familiares económicamente. Una práctica de las personas que han logrado vivir una vejez libre e independiente, ha sido sin duda la Planeación de Retiro, que incluye un fondo de ahorro destinado para los años posteriores a la jubilación.
Ser autosuficiente en el aspecto económico llegada la vejez, permite la autorrealización en aspectos que tal vez durante la juventud quedaron a un lado, por las prioridades momentáneas. Sin embargo, los ahorros acumulados suelen ser utilizados de forma más inteligente y estratégica cuando se es adulto mayor.
Muchas personas en esta etapa, buscan invertir su dinero en un negocio propio, realizar un sueño, comprar una propiedad, viajar o simplemente seguir ahorrando y vivir sin preocupaciones, sin mermar el nivel de vida acostumbrado.
Para lograr un fondo que permita una vida estable en la vejez, se debe ahorrar de forma regular y constante una vez alcanzada la solidez económica mientras se trabaja. Es importante saldar deudas antes de dejar de trabajar, para así tener una completa seguridad económica.
Haciendo lo anterior será mucho más fácil no solo perderle el miedo a la vejez, sino disfrutarla al máximo con un completo bienestar físico y emocional.