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'16
¿Te ha pasado que a veces simplemente no entiendes porque te sientes de cierto modo? Independientemente de si enfrentamos una situación difícil o solo percibimos incomodidad, hay ocasiones en las que no tenemos bien claro porque experimentamos algunas emociones. Puedes dejarlas pasar o poner en práctica tu inteligencia emocional para recuperar el equilibrio de tu estado de ánimo.
La inteligencia emocional es la capacidad para identificar los sentimientos propios y de los demás para dirigirlos a favor de la estabilidad individual y la dinámica interpersonal. A través de esta habilidad, puedes comprender mejor las causas y consecuencias de tus emociones y las de otros tanto para adaptarte mejor a las circunstancias como para resolver conflictos de manera más asertiva.
Nuestras habilidades emocionales se desarrollan a través del tiempo con base en las experiencias que vivimos, las acciones que hacemos a partir de éstas y la manera en cómo nos comunicamos con nuestros semejantes. Cuando simplemente reaccionamos ante las situaciones sin pensar en cómo nos sentimos y por qué nos pasa eso, no actuamos de manera inteligente, lo cual puede generarnos mucha frustración y relaciones insanas.
Esto no quiere decir que sentirse triste, enojado o temeroso sea malo o inútil. Muchas personas ignoran sus emociones sin darse cuenta que, además de vivir en malestar constante, favorecen que su cuerpo se enferme con mayor frecuencia porque sus defensas bajan. La inteligencia emocional no promueve la felicidad eterna, sino la aceptación de los sentimientos propios para conservar el mejor estado de ánimo posible.
Cada emoción que sentimos es valiosa y al reconocer sus características y orígenes adquirimos un conocimiento mayor de nuestro ser. Por lo tanto, la inteligencia emocional nos permite estar en paz, optimizar nuestra dinámica social y alcanzar la autosatisfacción. Lo ideal es que esta capacidad sea desarrollada desde los primeros años de vida; sin embargo, si quieres ser más asertivo con tus sentimientos, aplica los siguientes consejos:
Si pones en práctica las sugerencias anteriores, verás cómo tu estado de ánimo mejorará considerablemente y será menos susceptible a la depresión. También ejercita tu inteligencia emocional sonriendo todas las veces posibles, dando las gracias por todo lo bueno que tienes y haciendo ejercicios de meditación en la tranquilidad de tu hogar. Recuerda, sin importar lo que sientas, vive con intensidad cada día.