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Hacer ejercicio y mantener una alimentación balanceada son dos de los hábitos saludables que mayor difusión han tenido en los últimos años. Sin embargo, poco se habla sobre el cuidado del estado emocional propio a pesar de su importancia. Así como hay enfermedades que afectan ciertos órganos del cuerpo, existen diversos trastornos psicológicos que pueden afectar bastante tu vida.
De acuerdo con los resultados obtenidos en el estudio Trastornos psiquiátricos en México: prevalencia a lo largo de la vida en una muestra representativa nacionalmente, 1 de cada 4 mexicanos padece alguna enfermedad mental y 1 de cada 3 habrá sufrido alguna al llegar a los 65 años. Del total de casos, se sabe que la mitad surge antes de los 22 años; sin embargo, solo una tercera parte de los afectados recibe tratamiento oportuno.
Hasta el momento, se desconocen las causas que provocan los trastornos psicológicos, pero factores como la genética, el desempleo, la violencia y el estrés hacen más susceptible a alguien de padecerlos. Tanto niños como adultos pueden padecer enfermedades mentales y, de hecho, el 80% pueden tratarse si se atienden desde los primeros síntomas. Lo malo es que pocos se dan la oportunidad de ser diagnosticados por miedo al rechazo o falta de recursos económicos.
A propósito de lo anterior y del Día Mundial de la Salud Mental (10 de octubre), te diremos en qué consisten los 6 trastornos psicológicos más comunes en México. Si identificas que las características de alguna están presentes en tu vida, no dudes en acudir a tu médico para recibir una valoración adecuada.
Debido al estereotipo de belleza que rige a la sociedad contemporánea, muchas personas se obsesionan con llegar a ese ideal aun a costa de salud. Trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia se han vuelto muy frecuentes entre los mexicanos, sobre todo mujeres, afectando profundamente su estado de ánimo y sus funciones fisiológicas.
Cuando se sufre bulimia, el individuo come de manera excesiva y luego, al sentirse culpable, se provoca el vómito o toma laxantes para deshacerse de todo el alimento que consumió. En el caso de la anorexia, se reduce al máximo la ingesta de alimentos con tal de perder peso. Quienes padecen cualquiera de las enfermedades anteriores, se caracterizan por tener baja autoestima y nunca estar a gusto con su propia imagen.
Únicamente el 1% de la población en México padece este trastorno psicológico, pero es uno de los más difíciles de manejar tanto para el paciente como para sus familiares. Quien sufre esquizofrenia escucha voces que sólo existen en su mente, delira con frecuencia respecto a situaciones que solo él percibe y se siente observado todo el tiempo por los demás.
La esquizofrenia incapacita al enfermo porque pierde contacto casi total con la realidad. Esto limita su capacidad de concentración y lo mantiene aislado de los demás de manera permanente. Al no compartir la misma percepción del entorno con sus semejantes, el esquizofrénico se sume en una intensa depresión e, incluso, puede volverse agresivo, suspicaz y melancólico.
También se le conoce como enfermedad maniaco-depresiva, debido a los picos emocionales que se manifiestan constantemente en la vida del paciente. Una persona con trastorno bipolar puede pasar de episodios de depresión profunda a periodos de hiperactividad o manía de manera abrupta y sin motivo aparente.
Este padecimiento se manifiesta en los últimos años de la adolescencia o en los primeros de la adultez. Como es una enfermedad crónica, la bipolaridad sólo puede controlarse a través de medicamentos y terapia. De no tratarse, la persona verá mermada su calidad de vida para siempre porque perderá control sobre sus emociones y acciones. Por esa razón, quienes sufren este trastorno tienen gran dificultad para relacionarse con los demás y entenderse a sí mismos.
Sentirse triste es algo normal pero, cuando la sensación perdura, podría tratarse de un trastorno psicológico que debe atenderse cuanto antes. La depresión se caracteriza por un estado de melancolía profunda ligado a un marcado desinterés hacia la vida por parte de quien la padece. De hecho, esta enfermedad casi siempre es uno de los agravantes en los casos de suicidio.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, 7% de los mexicanos son depresivos pero pocos de ellos lo identifican como un problema de cuidado. Cuando la tristeza permanece por varios meses es necesario acudir con un especialista, ya que la depresión puede incapacitar a la persona para realizar sus actividades cotidianas.
Aunque el consumo de drogas generalmente empieza como un experimento, es muy probable que se convierta en un hábito que le genere problemas físicos, emocionales y sociales al individuo. No se sabe exactamente la razón por la cual alguien es más susceptible a las adicciones que otro. Sin embargo, está claro que la presión social, la inestabilidad emocional y el estrés son factores que llevan a una persona a escapar de su estilo de vida caótico.
Quienes padecen el trastorno por abuso de sustancias llegan al punto en que su vida gira en torno a las sensaciones que éstas les brindan. Esto provoca que dejen de lado sus relaciones, su trabajo e incluso el cuidado de su propia imagen, con tal de conseguir aquello que les brinda algunos instantes de placer o tranquilidad. Las drogas más consumidas en México son la marihuana, la cocaína, los inhalables, el alcohol y el tabaco.
La ansiedad es la respuesta natural de nuestra mente ante ciertas situaciones que implican un peligro potencial. Sin embargo, cuando ésta se convierte en un estado de angustia permanente aunque no exista un riesgo verdadero, se dice que la persona sufre de un padecimiento psiquiátrico. En realidad, su sentimiento de indefensión es tan intenso que puede paralizarse por la simple idea de morir.
Por más que alguien ansioso intente estar bien, vive nervioso todo el tiempo porque cree que no tiene control alguno sobre su propia existencia. Esto no sólo le genera un malestar emocional constante sino también palpitaciones o sudoración excesiva cuando sufre alguna crisis. Entre los tipos de ansiedad más comunes están el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de pánico, el trastorno de estrés postraumático y las fobias.
Más allá de la predisposición genética que puedas tener para padecer alguno de los trastornos psicológicos anteriores, si mantienes un estilo de vida saludable, puedes prevenir que éstos se detonen. Come balanceadamente, practica algún deporte, duerme al menos 6 horas diarias, evita cualquier tipo de exceso y aprende a estar en paz contigo, para conservar tu mente y tu cuerpo en el mejor estado posible.
Seguramente, has escuchado que la vida fue hecha para ser feliz, y es cierto, pero eso no implica que surjan dificultades de vez en cuando. Toma los problemas como oportunidades para evolucionar no como piedras que te impiden seguir adelante, y así tus días serán más sencillos. Nunca te rindas y, si no puedes con alguna situación, pide ayuda a tus seres queridos antes de recurrir a una terapia.